Una aleación de aluminio desarrollada en la década de 1940 ha sido durante mucho tiempo una promesa para su uso en la fabricación de automóviles, a excepción de un obstáculo clave.
Aunque es casi tan fuerte como el acero y solo un tercio del peso, es casi imposible de soldar juntos usando la técnica comúnmente utilizada para ensamblar paneles de carrocería o piezas de motores.
Esto se debe a que cuando la aleación se calienta durante la soldadura, su estructura molecular crea un flujo desigual de sus elementos constituyentes (aluminio, zinc, magnesio y cobre),lo que genera grietas a lo largo de la soldadura.
Ahora, los ingenieros de la Escuela de Ingeniería Samueli de UCLA (Universidad de California en Los Ángeles) han desarrollado una forma de soldar la aleación, conocida como AA 7075.La solución: infundir nanopartículas de carburo de titanio, –partículas tan pequeñas que se miden en unidades equivalentes a una mil millonésima parte de un metro– en los alambresde soldadura AA 7075, que se utilizan como material de relleno entre las piezas que se unen. Un artículo que describe el avance fue publicado en Nature Communications.
Debido a que es fuerte pero ligero, el AA 7075 puede ayudar a aumentar la eficiencia del combustible y la batería de un vehículo, por lo que ya se usa a menudo para formar fuselajes y alas de aviones, donde el material generalmente está unido por pernos o remaches en lugar de soldados. La aleación también se ha utilizado para productos que no requieren unirse, como marcos de teléfonos inteligentes y mosquetones de escalada en roca.
Pero la resistencia de la aleación a la soldadura, específicamente, al tipo de soldadura utilizada en la fabricación de automóviles, ha impedido que se adopte ampliamente.
“Las compañías podrían usar los mismos procesos y equipos que ya tienen para incorporar esta aleación de aluminio súper fuerte en sus procesos de fabricación, y sus productos podrían ser más ligeros y más eficientes energéticamente, al mismo tiempo que conservan su fuerza”.