El objetivo sería la mejora de costes y ganar rapidez en la respuesta a las peticiones de los clientes. Es una propuesta inicial, es decir, habría que estudiar dónde se produce la integración, quién fabrica, qué inversiones se necesitan, y también, ha resaltado, que fuera competitivo respecto a traer estas barras de acero de otras acerías fuera de Euskadi.Ulacia también ha resaltado que se trata de una idea que tiene que ser una propuesta de todas las empresas, no solo suya, y él no se va a meter “en lo que decidan otros grupos”.Más en general, el directivo ha hecho una reflexión sobre el futuro del sector, afectado por una sobreproducción crónica en todas las regiones del planeta.
Entre las dificultades a las que se enfrenta el sector están, en general, el coste de las materias y la volatilidad del dólar. Ulacia ha destacado tres factores: generar caja -dinero líquido, para no tener que recurrir a la deuda-, mejorar la gestión de costes y mirar mucho las inversiones, que garanticen su rentabilidad.En el segundo apartado, ha lanzado un mensaje a la plantilla, advirtiendo de que “no podemos estar con turnos de trabajo prefijados y calendarios de trabajo anuales”. Para Ulacia, la clave es la flexibilidad para poder responder con velocidad a los pedidos de los clientes.A pesar de todas estas dificultades, Ulacia ha terminado con un mensaje optimista: “lo mismo que hemos transformado Bilbao, podemos transformar la siderurgia vasca”.