El fabricante alavés de tubos de acero inoxidable Tubacex ha obtenido en el primer semestre de este año un beneficio neto de 6,7 millones de euros, un 257,8 % más que en el mismo periodo de 2017, debido fundamentalmente al fin de la crisis del petróleo y las ventas en Asia.
El grupo, con sede en Llodio (Álava), ha dado hoy a conocer que el resultado bruto de explotación (ebitda) ha sido en los seis primeros meses del año de 35,6 millones, el doble que en el primer semestre de 2017 y que las ventas sumaron 360,6 millones de euros, un 49,4 % más que en el mismo periodo del pasado ejercicio.
La deuda financiera neta de la compañía se situó en 239,9 millones, 13,6 millones menor que al cierre de 2017 y 23,3 millones por debajo de la del primer trimestre de este año. La compañía destaca que más del 80 % de esta deuda está ligada al capital circulante de la empresa ya vendido.
El ratio de deuda financiera neta sobre el ebitda ha descendido del 9,8 % al cierre de 2017 al 5,5 % actual. Este parámetro, todavía elevado, corresponde a una situación coyuntural debido a un ebitda que aún está afectado por la débil situación de mercado y el alto nivel de circulante vinculado a los importantes proyectos en cartera, explica la compañía.
El capital circulante cierra el semestre en 206,3 millones de euros, lo que supone una disminución de 10,8 millones con respecto al primer trimestre del año. Esta cifra está ligada a proyectos plurianuales integrales actualmente en fabricación, principalmente en tubos para la extracción y producción de gas (OCTG) y umbilicales.
La compañía destaca su “sólida” estructura financiera con una posición de caja alta y cercana a los 150 millones de euros, que incluso “en el peor de los escenarios” permitiría hacer frente a los vencimientos de los próximos tres años.
Estos datos demuestran para Tubacex que tras haber atravesado tres años de crisis del petróleo los resultados económicos de la empresa están repuntando como consecuencia de las mejoras operativas y del avance en la ejecución de la cartera de productos de alto valor añadido.
El consejero delegado de Tubacex Jesús Esmorís ha manifestado que quedan “atrás tres años de una grave crisis” y que, a pesar de la incertidumbre macroeconómica en el corto plazo, la empresa mira el futuro “con el optimismo de saber que se trabaja sobre los pilares que permitirán cumplir los objetivos estratégicos” y convertir al grupo en “un proveedor de soluciones tubulares ‘prémium’ para el sector de la energía”.
El sector de extracción y producción de petróleo y gas representa el 50 % de las ventas del grupo. En este sentido, Tubacex señala que las sanciones anunciadas por EE.UU. podrían afectar a entregas planificadas para 2019 y 2020 de un pedido en cartera de tubos OCTG. Sin embargo, precisa que el efecto de dichas sanciones se podrían mitigar por la existencia de proyectos “muy relevantes” en Oriente Medio y el este de Europa para este producto.
El sector de generación eléctrica supone el 17 % de las ventas y está actualmente en proceso de normalización tras el parón sufrido en 2017. Prueba de esa normalización ha sido la adjudicación por parte de Tubacex en el primer semestre del año de seis pedidos en Asia tanto para tubo de calderas como de sistemas de tubería de alta presión.
Desde el punto de vista geográfico, Asia se mantiene como el principal mercado del grupo con un 60 % de las ventas debido a su alta exposición al segmento de extracción y producción de petróleo y del gas y al de generación eléctrica. Las previsiones de crecimiento de esta región son elevadas para los próximos años, por lo que el grupo está reforzando su presencia industrial y comercial en esta área.