“El FMI pronosticó que la economía mundial en 2018/19 se basará en el impulso visto en 2017, especialmente con la inversión en la recuperación de economías avanzadas. La industria del acero ciertamente se beneficiará de tal impulso. Sin embargo, es poco probable que veamos un rebote significativo en la industria siderúrgica mundial sin un rebote notable en la producción / demanda de acero de China. Esto es aún menos probable debido a la política económica actual de China, a pesar de que se espera que el PIB de China continúe creciendo por encima del 6%.
Además, como un factor estructural a largo plazo, la promoción del principio de economía circular y los desafíos medioambientales conducirán a una reutilización creciente del acero y podrían conducir a una menor intensidad de acero del PIB, es decir, la cantidad de acero requerida para generar un PIB. Esto ha estado disminuyendo en años recientes.
Por lo tanto, vemos impulsos positivos a la demanda de acero proveniente de economías desarrolladas y en desarrollo. En contra de eso, debemos equilibrar el perfil cambiante del PIB chino y la realidad de que la demanda de acero en China está cerca de alcanzar su punto máximo. A nivel mundial, vemos que las fuerzas conducen a una menor intensidad del uso de acero para generar PIB”.
