La Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos, Anpier, ha denunciado que la potencia renovable en España lleva 8 años congelada como consecuencia de la inseguridad jurídica que ha sufrido el sector y que podría provoca un incumplimiento de los compromisos adquiridos con Europa para 2020.
Asimismo, sostiene que los cambios regulatorios retroactivos y la moratoria renovable socavaron el interés de los inversores en las energías renovables que, ante la inseguridad jurídica del sector renovable español, decidieron llevar sus inversiones a sectores y a países con una regulación más estable.
En este sentido, la asociación subraya que la experiencia pasada demuestra el efecto negativo que tienen los continuos cambios regulatorios en la integración de esta tecnología, no solo por sus efectos inmediatos, sino también por aquellos a largo plazo.
Por ello, considera que el establecimiento de un marco regulatorio “estable y favorable” hacia las energías renovables es de “vital importancia” para el desarrollo de la fotovoltaica y para que España cumpla los objetivos de penetración de renovables adquiridos con Europa.
En este contexto, y de acuerdo con un estudio sobre el sector fotovoltaico a nivel mundial, la asociación subraya que la ausencia de mayor potencia renovable en España ha supuesto que el precio medio final de la energía en el mercado español se situara en 2017 un 25 % superior al precio del año precedente hasta los 60,55 euros/MWh.
Por otro lado, Anpier sostiene que esta tecnología se ha convertido en plenamente competitiva frente al resto de tecnologías de generación y que el precio del panel fotovoltaico ha caído un 89 % desde el año 2007, a causa del desarrollo de esta tecnológica.
No obstante, apunta, 2017 cerró con una potencia instalada de 104.517 MW, lo que implica un descenso del 0,6 % en la potencia instalada con respecto al año anterior.
En el estudio, la asociación fotovoltaica subraya que el 70 % de la potencia renovable en España -sin considerar la gran hidráulica- se localiza en manos de 17 empresas.
A nivel europeo, indica que aunque en 2016 en Europa se produjo un decrecimiento del mercado fotovoltaico, en 2017 se recuperó la tendencia creciente experimentada en 2015. Así, la potencia total agregada se situó en torno a los 6,5 GW, frente a los 6 GW instalados en 2016.
En el ámbito internacional, el análisis del sector concluye que la energía fotovoltaica se encuentra en su momento de mayor crecimiento a nivel mundial gracias al desarrollo de esta tecnología en países asiáticos, China, India o Japón.
Con todo ello, este último año se ha superado la barrera de los 400 GW acumulados, superando los 393 GW nucleares en el mundo.
En lo que respecta a la potencia total instalada, cabe destacar que entre China, Estados Unidos, Japón y Alemania cubrieron casi el 70 % de la potencia instalada total. China es el primer país del mundo en términos de potencia instalada, con 131 GW, más del doble que el segundo, Estados Unidos, con 51 MW.
Durante el año 2016 la potencia mundial instalada aumentó un 50 % y en 2017 se redujo hasta el 38,7 %.