La demanda de cobre a nivel mundial podría aumentar un 43% en 2035

14 febrero 2018
El Instituto Europeo del Cobre prevé que la demanda de este metal a nivel mundial aumente un 43%, hasta los 31 millones de toneladas en 2035 (un 43% más sobre las 22 millones de toneladas actuales), impulsada por su uso en energías renovables o vehículos eléctricos , entre otras aplicaciones.

1.- Electrificación y renovables
El Instituto Europeo del Cobre, que recoge en un comunicado cuatro acciones cotidianas que el cobre convierte en sostenibles -electrificación, la movilidad sostenible, la edificación ecológica y el acceso al agua-, cita el informe World Energy Outlook 2017 publicado recientemente por la Agencia Internacional de Energía (AIE) que recoge como la electricidad se está introduciendo en sectores antes limitados a los combustibles, incluyendo los vehículos y los sistemas de calefacción y refrigeración. 
Y con la electrificación también las fuentes de energía renovable toman impulso. De hecho, la producción energética a nivel mundial procedente de centrales eólicas y solares representaba el 23% del total en 2015 y se espera que llegue al 30% en 2020, recuerda el Instituto que apunta a que el cobre es un componente esencial en los sistemas de estas fuentes de energía, cuya eficacia, fiabilidad y rendimiento optimiza.
2.- Movilidad eléctrica
El documento afirma que se estima que 2018 será un punto de inflexión para la automoción eléctrica, con la vista puesta en que el futuro de la movilidad sostenible pasa por el vehículo eléctrico. Se prevé que la demanda de cobre para vehículos eléctricos que pasará de las 185.000 toneladas en 2017 a casi 2 millones de toneladas en 2027
En este sentido, la entidad asegura que la demanda de cobre para este tipo de vehículos se prevé que pasará de las 185.000 toneladas en 2017 a casi 2 millones de toneladas en 2027. 
3. – Construcción “verde”
El uso de materiales sostenibles y la adopción de medidas para aumentar la eficiencia energética de los edificios es una tendencia al alza en el sector de la construcción. De hecho, la reducción de la demanda de energía para la edificación es uno de los compromisos que la Unión Europea ha suscrito en el Acuerdo de París.
La contribución del cobre, en este sentido, es fundamental tanto por sus múltiples aplicaciones en los edificios (cubiertas, fachadas, sistemas de agua, gas y calefacción, instalaciones eléctricas…), como por ser un material natural, duradero y resistente, sin apenas costes de mantenimiento y 100% reciclable al final de su vida útil. Con todo esto, el cobre se erige como un material imprescindible en la edificación ecológica, dice el Instituto.
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