Ferrol acogió ayer una de las manifestaciones convocadas con motivo de la primera jornada de huelga del sector del metal en Galicia, convocada por CCOO, UGT y CIG para reclamar el desbloqueo del convenio colectivo, y son dos millares de personas los que han secundado la movilización. De hecho, varios millares de personas han secundado en la provincia de A Coruña una jornada de “éxito” en la primera jornada de las cuatro convocadas de huelga, con un seguimiento que los sindicatos cifran en cerca del cien por cien y con todas las grandes empresas paradas, para demandar un nuevo convenio de la industria siderometalúrgica.
Tras la pancarta “Por un convenio xusto do metal (Por un convenio justo del metal)” se han concentrado más de mil trabajadores ante la Confederación de Empresarios de A Coruña (CEC).
El portavoz de la CIG, Eduardo Caamaño Lestón, ha explicado que la concentración ha servido para culminar la convocatoria de huelga que arrancó con la visita de los piquetes a polígonos coruñeses de Pocomaco y A Grela, además del de Sabón, en Arteixo.
“La valoración es muy buena. Ha sido un éxito. Las grandes empresas pararon todas. En las que tenemos representación sindical pararon totalmente”, ha subrayado Caamaño.
También ha habido seguimiento de la huelga en diferentes subcontratas, como las de Fenosa y Movistar, por lo que cifra el seguimiento global en “cerca de un cien por cien”.
“Tras más de veinticinco años sin ninguna movilización en el sector, nos salió muy bien”, ha comentado Caamaño, que recuerda que también hay otras tres jornadas de huelga convocadas.
Unas 2.000 personas han participado en la manifestación convocada por los sindicatos CCOO, UGT y CIG en Ferrol, el acto central de la jornada.
Vicente Vidal, responsable comarcal de Industria de la CIG, ha declarado que el “objetivo” de paralizar el tejido industrial de la comarca “está conseguido”, pues han parado las compañías auxiliares que trabajan para los astilleros”
Vidal ha valorado que en “muchos casos paralizaron los propios trabajadores” la faena, asegurando que “está en juego una lucha por recuperar derechos perdidos e intentar sacar un convenio que impida abusos”.
“Siempre hay algún trabajador que intenta ejercer su derecho de pasar a trabajar, pero se le hizo entender que esto es una lucha de todos”, ha esgrimido.
El paro se ha saldado sin incidentes ni personas identificadas por los cuerpos de seguridad, aunque sí se han registrado quemas de neumáticos en las cercanías de los astilleros de Navantia en Ferrol y Fene.
Los 20.000 trabajadores afectados por este convenio colectivo están invitados a detener su actividad de nuevo 27 de junio y el 4 y 5 de julio.
Los sindicatos dicen que “la patronal veta determinados temas en la negociación, que dice que nunca se va a poner a negociarlos, como son la subrogación, las mutuas y los salarios, que creemos que son fundamentales”.
Primero se plantearon concentraciones, después una manifestación que reunió a cerca de un millar de personas en A Coruña y ahora, como siguiente paso, convocan estas cuatro jornadas de huelga.
El convenio colectivo para la industria siderometalúrgica de la provincia de A Coruña expiró en noviembre de 2014 y, tras casi una veintena de reuniones, no hay avances que permitan renovarlo, por lo que sigue prorrogado el anterior.
Los trabajadores piden incluir en el nuevo convenio la cuestión de la subrogación de las subcontratas en todos los sectores, lo que implicaría que los trabajadores subcontratados no pierdan la antigüedad cuando siguen prestando sus servicios para la misma empresas, aunque con otro intermediario.
Otra de sus demandas está vinculada a los sueldos, que esperan que se actualicen con el IPC, aunque la patronal ofrece una subida de un 4,5 por ciento para cuatro años, que ni siquiera llega al 1,6 por ciento de subida del IPC del año pasado.
Quieren que se regulen las guardias, pues afirman que los compañeros que están en mantenimiento tienen el móvil siempre disponible, las veinticuatro horas, pero por convenio no tienen derecho a cobrar nada por eso.
Mantienen que la patronal pretende duplicar la jornada irregular y reducir a la mitad el sueldo que se percibe en los tres primeros días de baja por enfermedad común.
Los trabajadores solicitan también que el uso de empresas de trabajo temporal se reduzca a periodos de vacaciones o a ausencias por baja.