El secretario general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, Erik Jonnaert, advirtió ayer del impacto que tendrán en su industria las medidas de la Unión Europea para proteger al sector del acero en respuesta a los aranceles de EEUU, y alertó de que pueden “distorsionar el mercado”.
En una entrevista con Efe, el secretario general de la ACEA señaló que entienden la preocupación del sector y la UE por posibles desvíos de importaciones de acero que normalmente hubieran acabado en EEUU, pero recalcó que se trata de una industria que “está en una curva de recuperación”.
“Si incluso una industria que da beneficios requiere una protección extra, ¿esto está aún justificado? Al final parece que se continúa subsidiando a esta industria y está creando distorsiones en el mercado”, advirtió Jonnaert.
La industria del automóvil europea, uno de los grandes clientes del sector del acero en el continente, considera que las medidas aplicadas por la Comisión Europea para proteger al sector de los efectos de los aranceles estadounidenses encarecerán el precio de este material.
Se refiere en concreto a la medida, en vigor desde la semana pasada, por la que se impondrá un arancel del 25 % al acero que entre en la UE una vez se supere una cuota fijada en la media de las importaciones recibidas por la Unión Europea en los últimos tres años.
“La capacidad de la industria del acero en Europa se acerca a su techo y esto fuerza a los fabricantes de automóviles a buscar proveedores de fuera de Europa para acceder al acero que necesitan”, recalcó Jonnaert, que explicó que este coste extra puede ser absorbido por el fabricante o recalar en el precio final para el consumidor.
La ACEA ya había advertido al conocerse los detalles de la cuota de importación de que la Comisión no había tenido en cuenta que la demanda de acero está aumentando en muchos sectores, incluido el automovilístico.
En plena escalada de la disputa comercial con Estados Unidos, la ACEA, que representa a los 15 principales fabricantes europeos de vehículos, teme también que la deriva proteccionista de la administración estadounidense les impacte de forma directa en forma de aranceles a los coches y componentes con los que ya ha amenazado Trump.
Jonnaert valoró positivamente el viaje a Washington del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y de la titular comunitaria de Comercio, Cecilia Malmström, que se reunirán hoy con el mandatario estadounidense para evitar que las relaciones transatlánticas continúen erosionándose.
“Si vamos hacia a un conflicto comercial, esto solo nos llevará a costes extra para nosotros, lo cuál se traduce en costes extra para los consumidores también”, lamentó el secretario general, que recordó que tanto los fabricantes europeos como los estadounidenses se oponen a estos gravámenes.
La administración Trump mantiene la incertidumbre sobre su siguiente paso en la disputa comercial con la Unión Europea, si bien el presidente escribió este martes en su cuenta de Twitter que los aranceles son “lo mejor” y advirtió que los países que han tratado “injustamente” a Estados Unidos deberán negociar un acuerdo “justo” o se les impondrán aranceles.
Jonnaert señaló que, aunque “es difícil prepararse para lo desconocido”, la patronal que dirige respalda “el diálogo y la colaboración en la industria” para mitigar los riesgos potenciales de esta escalada.
“Nadie tiene interés en que esto escale. Necesitamos voluntad en ambos lados para controlar la situación y si las cosas llegan al peor punto tendremos que vivir con ello y ver cómo nos las arreglamos”, subrayó.
Jonnaert se mostró pesimista ante la posibilidad de evitar estos aranceles y señaló que la solución que favorece Estados Unidos, que supondría la eliminación unilateral de todos los aranceles para el sector, es “altamente improbable” por ser contraria a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El secretario general de la ACEA se refirió también a una de las soluciones que propuso Bruselas cuando intentaba salvarse de los aranceles estadounidenses al acero y aluminio, consistente en un acuerdo bilateral que incluyese una mejora recíproca del acceso al mercado automovilístico, entre otras cosas.
“Siento que esta idea podría volver y esta semana veremos indicaciones de si es realmente una opción”, apuntó Jonnaert.
Sin embargo, esta propuesta quedó descartada tras hacerse oficial la imposición de aranceles a las importaciones europeas, y Juncker y Malmström han viajado a Washington sin una oferta concreta de negociación.