Constructoras españolas se suben al tren que cruzará Sudamérica

11 septiembre 2018
Bautizado por Evo Morales como el Canal de Panamá del siglo XXI, el tren bioceánico que prevé construir Bolivia, enlazará al Atlántico y al Pacífico: con punto de partida en el puerto de Santos (Brasil), surcará territorio boliviano y llegará hasta Ilo (Perú), para un recorrido de 3 700 kilómetros. Bolivia propuso unir los océanos Pacífico y Atlántico por medio de un corredor ferroviario, con lo cual solucionaría el problema de su salida al mar. Inicialmente se iba a unir a Brasil, Bolivia y Perú, pero Argentina, Uruguay y Panamá se sumaron.
La finalidad es movilizar grandes recursos internos entre países y tener un acceso con menor costo a los que están en el lado del Atlántico. Mientras que para Perú, esto volvería más competitiva las exportaciones. Pero, para el economista Jorge Gonzáles Izquierdo podría originarse dos problemas: el primero referido a el costo para el proyecto y el segundo es ambiental.
Sin embargo, el congresista Pedro Olaechea explica que este sería el primer paso que “nos integre a una red ferroviaria mundial de donde podremos sacar productos a costos competitivos”.
Distintos gobiernos europeos, el último de ellos el español, han firmado acuerdos de colaboración con Bolivia, promotora de esta infraestructura presupuestada entre 10.000 y 14.000 millones de dólares (de 8.600 a 12.000 millones de euros, con una estimación media de 10.000 millones).
El presidente Pedro Sánchez aprovechó su gira por Sudamérica de finales de agosto para sellar un pacto de cooperación con el país que preside Evo Morales, que incluye la posibilidad de invertir para sacar adelante el corredor Bioceánico. Antes que España han llegado los Gobiernos de Suiza, Alemania, Reino Unido y Rusia, que desplegaron meses atrás sus misiones diplomáticas para tomar posiciones.
Empresas como OHL, Sacyr y Acciona han realizado una primera aproximación al proyecto y tienen ya su atención puesta en unas obras que, supuestamente, empezarían a licitarse en 2020.
En el entorno de la patronal Seopan se agradece que desde La Moncloa se haya abierto camino al sector privado. “En este tipo de proyectos es fundamental estar desde la fase inicial para tener opciones en futuras licitaciones”, insiste un alto directivo del sector.
El gran atractivo de un tren de mercancías que atraviese Sudamérica está relacionado con el intercambio comercial del subcontinente con Asia y el deseo de abrir vías de conexión que compitan con el citado Canal de Panamá. Además de su enfoque al transporte de carga, con estimaciones que hablan del movimiento de 30 millones de toneladas al año, los cálculos del GOB pasan por superar los 13 millones de viajeros en el ejercicio 2055.
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