El presidente de Tubos Reunidos, Guillermo Ulacia, ha afirmado que el grupo cerrará nuevamente con pérdidas este año, pese a que la ejecución del plan Transforma 360º “avanza a buen ritmo”, y ha asegurado que, si no se trabaja conjuntamente y se apuesta por planteamientos individuales, “no ve solución”, teniendo en cuenta la creciente incertidumbre por la imposición de aranceles del 25% a la importación de productos de acero en EEUU desde Europa.
Ulacia ha realizado estas manifestaciones en un encuentro con los medios de comunicación previo a la Junta de Accionistas que ha celebrado el miércoles el grupo, en el que se ha hecho balance del ejercicio 2017, que cerró con unas pérdidas 32,4 millones de euros, un 35,4% menos que en 2016. No obstante, sus ventas aumentaron un 60,3% respecto a 2016 hasta los 312,5 millones.
Ulacia ha enmarcado los resultados de 2017 en la caída del precio del petróleo con la consiguiente caída de la demanda de tubos de acero sin soldadura, la sobrecapacidad de producción del sector, una mayor concurrencia competitiva y la imposibilidad de transferir totalmente a los precios de venta las inversiones en innovación y servicio que requieren los clientes.
El factor del tipo de cambio
Entre los factores más negativos del 2017 están el tipo de cambio euro/dólar que ha tenido un impacto en las cuentas del grupo de 3,8 millones, y la diferencia entre el precio medio de venta y el coste de las materias primas, en este caso, con un impacto de 6,4 millones. “Por tanto, 10,2 millones menos de lo previsto para 2017”, ha precisado.
Ulacia ha indicado que han tenido un 4% de Ebitda sobre ventas y es “totalmente insuficiente para conseguir dar la vuelta al resultado neto y volver a ponerlo en resultado positivo”.
Ante las dificultades del grupo, que acumula tres años de pérdidas (98 millones de 2015 a 2017), se puso en marcha en septiembre de 2017 el Plan Transforma 360º con un objetivo de mejora del Ebitda recurrente de 45 millones y de optimización del capital circulante en 35 millones en un plazo de 24 meses.
Ulacia ha manifestado que este plan avanza “a buen ritmo” y se ha conseguido el 40% del objetivo, con un impacto estimado anual recurrente en Ebitda de 18 millones y de 12 millones por la reducción de niveles de inventario. Ello ha sido posible, según ha apuntado, por su nueva estrategia comercial que les hace focalizarse en sectores donde la gama de productos de Productos Reunidos es la “más competitiva”. Además, ha destacado se ha mejorado la productividad de las empresas en un 10% y el tiempo útil de fabricación en las plantas.
Pese a ello, la situación descrita por Ulacia es complicada, dada la situación que atraviesa el sector, que vive “cambios sin precedentes”, con un aumento de las presiones competitivas, que lleva a las compañías a mejorar su posición estratégica para alcanzar unos resultados financieros que garanticen su sostenibilidad.
A esta coyuntura, se unen los aranceles de EEUU, lo que supone, según ha destacado, una “gran incertidumbre sobre el impacto en márgenes y volúmenes del negocio del grupo en este país”, un mercado en el que han pasado de 2,5 millones de toneladas a 5,7 millones en 2017. Precisamente, esa confirmación de los aranceles es lo que terminó de “desplomar” el valor de la acción de Tubos Reunidos, que también se vio afectada entre otras circunstancias por el efecto que tuvo las advertencias del auditor de las cuentas respecto a la viabilidad del grupo si se daban desviaciones en el plan laboral integral.
Ante la imposición de estos aranceles, Tubos Reunidos va a tratar de trasladar a sus clientes ese porcentaje del 25%, pero todavía desconocen si aceptarán su planteamiento. Ulacia ha indicado que se han roto “las reglas de la globalizacion y la competencia”, y hay un “impacto inmediato” que provoca que las necesidades de circulante sean mayores que las que se tenían previstas. El efecto indirecto, según Ulacia, es que el posible cierre de mercados se va a “intentar corregir con una mayor presión de precios a la baja para destruir a los que no estén preparados”.