TOMRA Sorting Recycling ha publicado un e-book con consejos para cumplir con la nueva y exigente normativa “National Sword” que establece los requisitos para poder enviar material reciclable a China. La nueva regulación, que exige que el material reciclable que entra en el país tenga niveles de pureza más altos, se presentó en Julio de 2017 a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y se implementó el pasado 1 Marzo de 2018.
En los próximos meses esta normativa se verá completada hasta incorporar, a finales de este año 2018, un total de 16 materiales y otros 16 materiales adicionales de cara a finales de 2019.
La “National Sword” está afectando a todo el sector de reciclaje al exigir que la mayoría del material reciclable que llega a China, tenga niveles de pureza superiores al 99,5 %. China es el mayor importador de material reciclado del mundo y los niveles de pureza que se aceptaban hasta ahora sólo exigían el 90-95 % de pureza. Por eso, este significativo aumento de la calidad exigible comienza ya a tener consecuencias muy importantes.
En el e-book,
TOMRA explica por qué aumentar la mano de obra incluyendo más triadores en el proceso de reciclaje no es una opción sostenible para aquellas empresas que se están esforzando en adaptarse a la nueva normativa. También expone por qué implementar una solución basada en sensores es la opción más inteligente desde el punto de vista financiero.
La publicación, titulada ‘Por qué no hay que tener miedo a la “National Sword”, está disponible en internet, en
https://leads.tomra.com/ebook/press/, y puede descargarse de forma gratuita.
La exportación de material reciclable será más cara
El e-book de TOMRA empieza con un discurso realista, y advierte que intentar encontrar nuevos países a los que exportar los residuos no es la opción idónea para las plantas de reciclaje y de tratamiento de chatarra. Aquellas que lo intenten, pronto se darán cuenta de que tienen que dividir sus exportaciones de residuos entre varios países, lo que incrementará el coste de venta.
También se prevé un aumento de los costes de transporte ya que los buques que transportan residuos a China solían aprovechar el viaje de vuelta para transportar bienes de consumo; al realizar el transporte a otros países, no se obtendría ningún beneficio, por lo que sin duda se exigirá un precio más alto por trayecto al tener que volver sin carga.
Para afrontar este nuevo reto la solución es mejorar la calidad del material reciclable eliminando más impurezas del mismo.
Una forma de aumentar a corto plazo los niveles de pureza con los equipos actuales de reciclaje es reducir la velocidad de la cinta transportadora y sumar más personal en la etapa final de clasificación. Esta opción puede parecer interesante ya que requiere escasa inversión inicial pero, a la larga, aumentaría de forma significativa los costes de explotación. Añadir dos o tres triadores para llevar a cabo esta labor manual puede hacer que los costes anuales de procesamiento aumenten unos 82.000 € o más; asimismo una velocidad de procesamiento más lenta reduciría la productividad y por tanto los ingresos.
La mejora de equipos es la solución más inteligente
Una mejor solución es actualizar el proceso de reciclaje, ya sea añadiendo una tecnología más moderna a la planta de reciclaje existente, o construyendo una planta nueva. Así, se puede ajustar el coste de personal necesario logrando, a largo plazo, un uso más eficiente de la plantilla y optimizando los gastos generales y de explotación. La mayor productividad que ofrecen estos equipos permite además recuperar rápidamente el coste de la inversión en los mismos.
El e-book indica asimismo que debe tenerse en cuenta el tipo de equipos a incorporar. Algunos pueden requerir la adquisición de material complementario y más espacio físico en la planta; sin embargo, otros pueden incorporarse directamente sobre los equipos existentes, requieren muy poco espacio y su coste de instalación es bajo.
Un ejemplo de estos últimos sería el nuevo sistema LOD (Detección de Objetos mediante Láser) de TOMRA, que puede instalarse en la misma plataforma que los sistemas AUTOSORT y FINDER, y que permite detectar materiales como plástico negro, caucho, vidrio y eliminar placas de circuito impreso (PCB). La tecnología láser de TOMRA aumenta los niveles de pureza del circuito en un 4 %, permitiendo que las empresas que reciclan chatarra alcancen los requisitos de pureza impuestos por China sin padecer un aumento significativo del consumo de energía o de costes.
En el caso de productos no férricos tales como zurik y zorba, las plantas de chatarra pueden lograr los niveles de pureza de la “National Sword” gracias a la combinación de las tecnologías de las máquinas TOMRA X-TRACT y COMBISENSE. Al pasar la zorba por la TOMRA X-TRACT, se logra separar el aluminio de los metales pesados. La unidad de transmisión de rayos x puede lograr purezas de aluminio del 98-99%. A continuación, el resto de los metales pesados, como el cobre, latón y metales grises son clasificados por la COMBISENSE.
Como complemento de estas máquinas, la tecnología mejorada de clasificación LIBS (espectrometría de plasma inducido por láser) de TOMRA usa un láser capaz de controlar todo el ancho de la cinta, eliminando la compleja y cara necesidad de separar materiales en distintas líneas. Así, al separar distintas aleaciones de aluminio, se puede alcanzar una clasificación con purezas de hasta el 99 % (o superior) con un alto rendimiento de entre 3 y 7 toneladas por hora.
Tom Eng, Vicepresidente ejecutivo y Director de Reciclaje de TOMRA Sorting Recycling, ha comentado: “Es normal que la “National Sword” haya sido un motivo de preocupación para muchas empresas de reciclaje, especialmente para aquellas que aún no alcanzan niveles de pureza tan altos. El e-book de TOMRA afronta este reto y muestra que ya existen las soluciones técnicas necesarias para adaptarse a la nueva normativa. La inversión en nueva tecnología permitirá que las empresas cumplan la regulación más exigente, ya sean de China o de cualquier otro lugar del mundo. Y, además, al conseguir un producto de mayor calidad, los clientes pagarán a las empresas de reciclaje un precio mayor sus productos”.