El grupo automovilístico Stellantis, que posee marcas como Peugeot, Citroën u Opel, hará sus futuros coches eléctricos pequeños en España. Así lo confirman fuentes conocedoras del proceso a CincoDías, que apuntan a que la compañía invertirá más de 1.000 millones de euros para instalar su plataforma de producción STLA Small en sus fábricas de Zaragoza y Vigo. Esta es la plataforma sobre la que hará los coches eléctricos pequeños que saque a partir de 2025, con lo que asegurará el futuro de estas factorías durante la próxima década. La planta de Madrid, la de menor tamaño de las tres que tiene en España, no contará con dicha plataforma de momento.
Teniendo en cuenta las condiciones de la segunda convocatoria del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado (Perte VEC II), cuya ventanilla para presentar proyectos cierra este viernes, la compañía aspira a aproximadamente unos 150 millones entre préstamos y subvenciones de la línea de cadena de valor, dotada con 559 millones (la línea de baterías tiene un presupuesto de 837 millones). Este medio se comunicó con Stellantis, que declinó hacer comentarios sobre esta información. A esos más de 1.000 millones de inversión que supondrá la llegada de la STLA Small se sumarán otro tipo de proyectos más pequeños, pero las fuentes consultadas apuntan a que la cifra no alcanzaría los 2.000 millones.
De esta forma, se confirma lo que este periódico ha venido adelantando desde octubre del año pasado, cuando informó de que la compañía mantenía charlas con el Ejecutivo para traer a España alguna de las plataformas STLA (además de la Small, el grupo tiene la STLA Medium, la Large y la Frame). España tuerce así el brazo al Estado francés, que pretendía quedarse con la STLA Small para las fábricas galas de Stellantis (el Gobierno de ese país posee el 6,1% de las acciones del fabricante con sede en Países Bajos, a través de Bpifrance, un banco de inversión del sector público de ese país). A su vez, el Ejecutivo galo pidió llevar a Francia la producción del Peugeot 208 eléctrico, el cual no se hace con la STLA Small, pero es un modelo de éxito para el grupo. Stellantis, por su parte, quiere ensamblarlo en Zaragoza.
Esta puja se hizo pública cuando en julio, el ministro de economía francés, Bruno Le Maire, dijo que Carlos Tavares, CEO de Stellantis, debía de “afrontar el desafío” de hacer coches eléctricos pequeños en Francia, que son los que más carga de trabajo ofrecen porque tienen un mayor volumen de producción. Le Maire, que pidió “patriotismo” para llevar el Peugeot e-208, recordó entonces todas las ayudas públicas que ha recibido el fabricante del Estado francés. Sin embargo, Tavares echó un jarro de agua fría sobre las intenciones del Ejecutivo liderado por Emmanuel Macron, al asegurar que hacer el 208 eléctrico en Francia no es viable por una cuestión de costes.
“La ecuación económica ligada a la reubicación de este proyecto no sería de interés ni para la empresa ni para el país”, indicó Tavares a Le Figaro. Una semana después de las palabras de Le Maire, el ministerio de Industria español salió en defensa de las fortalezas productivas nacionales para quedarse con el Peugeot e-208. “La planta de fabricación de Zaragoza ha conseguido unos resultados de calidad, eficiencia energética, productividad y clima social que la convierten en la candidata más competitiva”, afirmó el titular de Industria, Héctor Gómez.
Apuesta por España
Stellantis es, a día de hoy, el mayor fabricante de coches en general y de eléctricos en particular de España, ya que ensambla modelos de este tipo en todas sus plantas nacionales. En el caso de Vigo, la más grande, la automovilística hace el Peugeot e-2008 y las furgonetas Peugeot e-Rifter, e-Partner, Citroën ë-Berlingo, Opel Combo-e y Fiat E-Doblò. Por su parte, en Figueruelas (Zaragoza), el fabricante hace el Opel Corsa-e y en Madrid las versiones eléctricas del Citroën C4 y del Citroën C4 X. Sumando estos a los vehículos de combustión, la automovilística hizo en 2022 en España más de 851.000 unidades, un 38,4% de la producción total del país.
De esta forma, se acerca a España la posibilidad de albergar una planta de baterías, tal y como reconoció el propio Tavares, que apunta a tener una gigafactoría en la Península Ibérica. Si bien Portugal también produce para la automovilística, este periódico adelantó que España corre con ventaja al respecto, debido a su mayor peso industrial para el grupo con fábricas de gran tamaño como las de Vigo y Zaragoza.