La plantilla de Siderúrgica Balboa convoca paros intermitentes a partir del viernes

16 febrero 2017

El punto muerto en el que se encuentra la negociación para un nuevo convenio en Siderúrgica Balboa provoca las primeras medidas de protesta por parte de los trabajadores. Tras fracasar la mediación por parte de la Junta, la siderurgia de Jerez empezará a ver afectada su normal actividad debido a que se han convocado paros intermitentes. Serán desde este viernes, por espacio de dos horas cada día, y en diversos turnos de trabajo, según se recoge en la prensa local.La medida fue aprobada de forma mayoritaria por la plantilla el jueves pasado aunque se ha esperado a una conciliación entre empresa y plantilla a través de la Administración para evitarla. «Con una convocatoria de paro sobre la mesa no se puede negociar», respondió el grupo. Con el paro los trabajadores intentan desatascar la firma de un convenio colectivo que sustituya al que hasta ahora se aplica desde 2010.

«Hace falta un nuevo convenio y una subida salarial acorde a la situación y después de siete años no solo no ha habido ningún incremento sino que ha habido reducción de sueldo. La producción se ha reactivado claramente. El año pasado se alcanzaron las 750.000 toneladas. La mejora debe ser compartida con la plantilla. Pero la empresa ofrece una leve subida de un 0,4% para este año», relata Miguel Talavera, secretario general de la Federación de Industria de UGT. «El paro es consecuencia de una decisión de los trabajadores después de meses sin ningún avance», añade Saturnino Lagar, dirigente de CC OO.

A finales del otoño la plantilla también aprobó desarrollar paros pero la decisión se revocó finalmente para seguir negociando. Los empleados de Siderúrgica Balboa se quejan de que son los trabajadores de este sector peor pagados de España.

«Convocar paros es una clara irresponsabilidad. Pone en peligro la viabilidad de la planta, la puesta en marcha de la factoría de galvanizado, con el consiguiente empleo, y nuestra relación con clientes y proveedores», expresa el grupo. «No hay resultados positivos. El sector arrastra una grave crisis desde 2012 y en los últimos meses se han disparado los costes de producción, entre ellos, el energético. No se dan las condiciones para incrementos salariales», agrega.

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