En el sector inmobiliario 2016 será recordado como el año en el que, tras varios ejercicios en los que la actividad en el mercado no residencial (oficinas, centros comerciales y hoteles, entre otros) y la compraventa de viviendas comenzaron a recuperar sus constantes vitales, la construcción ha logrado consolidar su crecimiento. La silueta de las grúas vuelve a perfilarse en las principales ciudades españolas, aunque los datos se encuentran aún muy lejos de las estadísticas registradas durante el «boom» de mediados de la década del 2000.
Durante el año pasado, con datos disponibles hasta octubre, el número de visados para la construcción de nuevas viviendas en España se incrementó hasta las 53.131 unidades, un 33,23% más que durante el mismo periodo de 2015, según la información proporcionada por el Ministerio de Fomento a partir de los visados otorgados por los colegios de arquitectos técnicos. Esta cifra ya es superior en un 6,91% a la del cierre de 2015 (49.695) y es la más elevada de los datos de cada año del último lustro. Hay que remontarse al conjunto de 2011, cuando se solicitaron 78.286 de estas autorizaciones de obra, para encontrar un número mayor.
Es cierto que este repunte supone una ralentización con respecto al ritmo de crecimiento del sector de la construcción en 2015 (que se elevó un 42,50% hasta los 49.695 visados), si bien este último partía de una base muy baja, después de una persistente y profunda sequía en el negocio inmobiliario. El mínimo histórico, según la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística (INE), se alcanzó en 2013, ejercicio que finalizó con 34.288 visados de obra nueva para la construcción de viviendas, cerca de 25 veces menos que en el cenit de la serie, en 2006 (865.561 unidades).
Los expertos confían en que el ritmo de crecimiento se mantendrá o, incluso, se intensificará en 2017. Pisos.com sostiene que, en algunas zonas, la ausencia de un «stock» de vivienda sin vender adecuada ha despertado un «creciente interés por la obra nueva» e, incluso, no considera descartable que se produzca una subida del orden del 40%, si como parece se logran los 70.000 visados de vivienda en 2016.
«Sería deseable que en 2017 se llegara a los 100.000 y, a partir de ahí, seguir creciendo conforme a las necesidades del mercado», explicó Manuel Gandarias, director del gabinete de estudios de Pisos.com durante la presentación del balance del año. BBVA Research, por su parte, apuesta por una evolución más contenida, hasta los 90.000 visados durante el año que viene. Esta cuantía permitiría al sector remontarse a las cifras del año 2009.
La edificación de nuevas promociones se explica, principalmente, por la mejora del crédito promotor, aunque bajo criterios mucho más estrictos que los de años anteriores. La banca limita esta fórmula de financiación a aquellas sociedades que ya cuentan con suelo finalista y un proyecto respaldado financieramente por los futuros propietarios, si no totalmente, al menos en su mayor parte.
En este sentido, por ejemplo, exigen que los clientes hayan abonado pagos a cuenta que supongan hasta un 60% de los costes de la promoción. Paralelamente, a la espera de que ver cómo se desarrollan otros modelos de nuevo cuño como el «crowdfunding», se multiplican las alianzas entre promotoras y fondos de inversión para la construcción de nuevos proyectos y renace uno de los fenómenos propios del periodo anterior a la crisis, la compra de vivienda sobre plano, una situación cuyo impacto final aún es difícil de predecir porque las operaciones no han llegado a escriturarse.
Madrid, a la cabeza
Entre las principales ciudades, Madrid continúa a la cabeza en número de visados durante los diez primeros meses del año (con 5.958 visados, un 8,68% más que durante el año anterior), seguida por Barcelona (3.359, un 12,68% más) y Zaragoza (1.198). Esta evolución tiene un directo reflejo en los precios de los inmuebles: según el último informe de mercados locales de la tasadora Tinsa, perteneciente al cuarto trimestre, Cataluña, con un encarecimiento interanual del 7,2% de su importe medio, Madrid, con un 5,2%, y País Vasco, con un 4,3%, «mantienen su condición de locomotoras del mercado de la vivienda en España». Sin embargo, aún persisten los desequilibrios: Murcia, Castilla y León y las Islas Baleares encabezan los retrocesos de los precios en tasa interanual con descensos del 4,8%, 3,9% y 3,1%, respectivamente.