El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer el World Economic Outlook (WEO) de julio, en el que dejó sin cambios su previsión para el crecimiento de la economía mundial de este año en 3,9%, la misma estimación realizada en el informe de abril.
No obstante, sí revisó a la baja desde 2,% a 1,6%, su estimación de crecimiento para América Latina y el Caribe, así como también las proyecciones para Japón (0,2pp menos hasta 1%), Reino Unido (de 0,2pp menos hasta 1,4%) y la zona del euro (0,2pp menos hasta 2,2%), como consecuencia de “sorpresas negativas para la actividad a comienzos de 2018”, afirmó el documento.
Respecto de China y EEUU, también mantuvo las proyecciones de abril de 6,6% y 2,9%, respectivamente, para el presente ejercicio.
Según el documento, “una escalada de las tensiones comerciales podría restar optimismo al sector empresarial y a los mercados financieros, asestando un golpe a la inversión y al comercio internacional”, lo que podría afectar particularmente a las economía emergentes, aunque la profundidad del impacto dependerá de factores internos de cada una de dichas economías.
“Las economías de mercados emergentes y en desarrollo han experimentado fuertes vientos cruzados en los últimos meses: encarecimiento del petróleo, avance de las rentabilidades en Estados Unidos, apreciación del dólar, tensiones comerciales y conflicto geopolítico. Por ende, las perspectivas de las distintas regiones y economías varían según la interacción de estas fuerzas internacionales con factores internos”, explica el WEO.
Frente a este panorama de incertidumbre internacional, el FMI recomendó que “para preservar la expansión mundial, continúa siendo esencial evitar medidas proteccionistas y encontrar una solución concertada que promueva el crecimiento ininterrumpido del comercio internacional de bienes y servicios”.