China entra “despacito y sin pausa” en Europa del este

28 noviembre 2017
Tras la última cumbre que congregó a los llamados 16+1 en suelo europeo, en Letonia, salió un proyecto que ahora analizan con lupa las autoridades de Competencia. Fruto de sus contactos con Pekín, Hungría —uno de los socios más díscolos de la UE— adjudicó a dos empresas estatales chinas la construcción de un tramo del ferrocarril rápido entre Budapest y Belgrado, la capital de Serbia. Lo hizo sin publicidad y sin cumplir las normas básicas de licitación pública en Europa. El caso ilustra bien la amenaza que supone para las instituciones comunitarias esta asociación entre China y los Estados orientales de Europa. Ahora le toca al acero.
El año pasado, Serbia vendió su acería estatal —la única del país— a la empresa china HBIS Group por 46 millones de euros. Desde entonces recibe a los más de 5.000 trabajadores que acuden a diario a la fábrica de Smederevo, una ciudad industrial a orillas del Danubio, a poco más de 30 kilómetros de la capital, Belgrado.
La empresa china, la única que concurrió al concurso público, prometió mantener todos los empleos, y por ahora ha cumplido. La acería fue privatizada por primera vez en 2003, cuando la compró la estadounidense US Steel, que se retiró en 2012 por el impacto de la crisis en el mercado mundial del acero. El Gobierno serbio la recompró por el precio simbólico de un euro. Ahora está en manos de China, un gigante que ha puesto sus ojos en los Balcanes como confirma el que el primer ministro chino, Li Kequiang anunciara en Hungría inversiones por 2.600 millones de euros en una cumbre con representantes de 16 países de Europa del Este y los Balcanes.
La compra de esta fábrica es solo uno de los primeros pasos de un ambicioso proceso de expansión china por la región. 
El politólogo Borja Lasheras resalta que China plantea inmediatamente préstamos y financiación para relanzar un país empobrecido, como Serbia, cuyo salario mínimo es de menos de 250 euros, algo que la UE no puede garantizar. “Queda claro que en la región, donde había dos actores que parecían preponderantes como Europa y Rusia, cuentan con un tercero, China”, añade. “Es un error tremendo de Europa, una negligencia”, añade el analista serbio Dejan Anastasijevic. A su modo de ver, la UE no está haciendo los esfuerzos suficientes para conectar a los Estados miembros con los países de la región, y eso puede tener un coste a largo plazo.
China está haciendo inversiones millonarias en países como Serbia, Albania o Bosnia, aunque Europa sigue siendo el principal socio comercial de los Balcanes, según el último informe del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, recogido por Balkan Insight. 
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