Los fondos de Celsa proponen sanear la compañía a cambio de hacerse con el control

27 septiembre 2022

Los fondos tenedores de un parte importante de la deuda de la siderúrgica catalana Celsa han presentado este lunes en los juzgados de Barcelona un plan de reestructuración para sanear la compañía con el propósito de hacerse con el cien por cien del capital, según han informado fuentes financieras a la agencia EFE.

El plan se centra en reducir el endeudamiento capitalizando la deuda convertible y parte de la deuda jumbo y en alargar los vencimientos del resto del pasivo en cinco años.

Estos acreedores, que representan el 90 % de la deuda jumbo y el 89 % de la deuda convertible, han pedido que se designe a un experto para ejecutar el plan de reestructuración, que, si se aplicara, dejaría a la familia Rubiralta fuera del control de Celsa, que ahora es de su propiedad al cien por cien.

Esta propuesta no contaría con el apoyo de los bancos acreedores españoles, que son Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, y harían innecesario el plan de rescate de la Sepi, que aprobó inyectar 550 millones en la siderúrgica el pasado junio siempre y que hubiera un acuerdo sobre la deuda.

El movimiento de los fondos se produce después de meses de negociaciones para la reestructuración de la deuda de unos 2.800 millones de Celsa.

Los fondos piden el control de la compañía
En concreto, la propuesta consiste en reducir el endeudamiento en 1.291 millones de euros e incluye un compromiso para inyectar más liquidez en la compañía, mantener el centro de operaciones en España y el empleo de todo el grupo. A cambio de ello, los fondos tenedores de la deuda se harían con el control total de la compañía.

Asimismo, la propuesta se enmarcaría en un “proceso preliminar” al preconcurso, con el propósito de solucionar la situación antes de llegar a él, y después de que “la empresa no haya hecho ningún intento razonable de llegar a un acuerdo comercialmente aceptable con sus acreedores”.

Sin embargo, es improbable que los propietarios de Celsa estén conformes con la propuesta de los fondos acreedores, dado que la entrada de estos últimos en el capital de la empresa fue marcada como una línea roja durante las negociaciones. De hecho, desde la compañía han asegurado hoy lunes que las negociaciones siguen abiertas pese a la decisión de los acreedores de presentar su plan de reestructuración en los juzgados.

Los fondos se apoyan en las últimas modificaciones de la ley concursal española, que busca preservar los derechos de los acreedores frente a los de los accionistas en circunstancias en las que los accionistas no tienen valor económico en la compañía y contribuir a reducir el endeudamiento del negocio. En este sentido, según informa El Economista, los fondos habrían estado “esperando mover ficha hasta la entrada en vigor”, esta misma noche, de dicha ley.

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