Los raros descuentos ofrecidos por el gigante chino de las baterías CATL a los fabricantes de automóviles han acelerado el desplome de los precios del litio, y el mercado está a punto de caer un 25% más, ya que el crecimiento de la oferta supera a la demanda, según analistas y operadores.
Tras la frenética carrera de los fabricantes de vehículos eléctricos por hacerse con la materia prima en los dos últimos años, que multiplicó por más de seis los precios del carbonato de litio y por casi diez los del espodumeno, la burbuja ha estallado.
El analista Dylan Kelly, de Ord Minnett en Sydney, afirma: “La oferta está llegando más rápido de lo que se puede decir ‘boo’. La demanda sigue siendo fuerte, pero los precios son insostenibles desde hace tiempo”.
El punto de inflexión para los precios del litio se produjo a finales del año pasado, cuando la demanda de vehículos eléctricos en China se ralentizó bruscamente antes de que Pekín planeara suspender las subvenciones a esta industria de 87.000 millones de dólares, la mayor y de más rápido crecimiento del mundo.
Según los analistas, la caída se acentuó cuando los inversores se asustaron por el descenso de las ventas de vehículos eléctricos en China en enero y por las condiciones de descuento de CATL, que incluían la hipótesis de que los precios del carbonato de litio, un componente clave de las baterías de los automóviles, se reducirían en más de la mitad.
Pero aunque las preocupaciones por la demanda han sacudido los mercados, es la inminente oferta de China, Australia y Chile la que hará que los precios vuelvan a bajar, según los analistas.
Rystad Energy considera que el déficit del mercado mundial de litio se reducirá a unas 20.000 a 30.000 toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) este año, frente a las 76.000 toneladas LCE de 2022.
Dada la creciente oferta, Goldman Sachs prevé que los precios al contado del carbonato de litio, precursor del compuesto utilizado en la fabricación de baterías de iones de litio, bajen a 34.000 dólares la tonelada en los próximos 12 meses, frente a una media de 53.304 dólares este año.
De aquí a 2025, prevé un crecimiento medio de la oferta de litio del 34% anual, frente a una tasa de crecimiento anual de la demanda del 25%.
“El probable aumento de la oferta y el exceso de capacidad en las fases posteriores harán bajar los precios del litio a medio plazo”, afirma en una nota fechada el 23 de febrero.