La actividad eólica recuperará su pujanza gracias a las subastas renovables

7 septiembre 2017

La eólica ha sido la tecnología triunfadora de las dos subastas de renovables celebradas este año en España, con más de la mitad de la potencia adjudicada. Se prevé que la puesta en marcha de estos parques, antes de 2020, requiera de inversiones superiores a los 4.500 millones de euros que generarán entre 25.000 y 30.000 empleos. El parón en la instalación de potencia eólica experimentado en España en los últimos años ha llevado a la industria española del sector, conformada por más de 600 empresas que incorporan toda la cadena de valor, a poner sus miras en los mercados exteriores en expansión.

Sin embargo, las dos últimas subastas de energías renovables llevadas a cabo por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, a buen seguro, propiciarán que la actividad eólica retome su pujanza de antaño también para el mercado nacional. No en vano, más de la mitad de la potencia ‘verde’ adjudicada este año, 4.107 megavatios -MW- de un total de 8.037, corresponde a instalaciones eólicas. Sumando a esta cifra la de la subasta de 2016, la eólica se ha hecho, en total, con más de 4.600 MW de potencia.
Según las estimaciones de la Asociación Empresarial Eólica -AEE-, la instalación de estos proyectos supondrá inversiones superiores a los 4.500 millones de euros y la creación de entre 25.000 y 30.000 empleos directos e indirectos en España durante la puesta en marcha de los nuevos parques.
Sin embargo, la exigencia por parte del gobierno central de que todos los nuevos emplazamientos renovables adjudicados en las subastas -incluidos también los fotovoltaicos y los correspondientes a otras tecnologías- estén instalados antes del 31 de diciembre de 2019 ha movido a la Asociación de Empresas de Energías Renovables a advertir de que supondrá una “carga excesiva” para un sector que ha estado “cinco años paralizado por decreto” y de que esta “acumulación” de nueva potencia en poco menos de dos años y medio “encarecerá la ejecución de los proyectos” y, en última instancia, pondrá “en riesgo” la propia instalación.

Pero las buenas perspectivas de actividad para el sector eólico no se circunscriben únicamente a España, sino que, al contrario, podría decirse que son globales, con una potencia acumulada instalada que no para de crecer en todo el planeta en lo que va de siglo. En este sentido, la energía eólica instalada en el mundo aumentó un 12,4 por ciento en 2016, hasta situarse en 486.749 MW, según datos del Global Wind Energy Council, siendo los primeros productores mundiales China, Estados Unidos, Alemania, India y, precisamente, España, donde el PIB generado por las empresas del sector se cifra en 2.700 millones de euros, las exportaciones en 3.000 millones y el empleo en unas 90.000 personas distribuidas por todo el mundo -22.000 a nivel nacional.

Buena prueba de que la actividad en el sector se está moviendo son las recientes inversiones y proyectos eólicos en los que se encuentran inmersas compañías de la CAV con capital vasco como Haizea Wind o Navacel, sólo por citar algunas de ellas. En el caso de la filial de Tecnoraranda, enjulio arrancó las obras de su planta de torres eólicas marinas en el Puerto de Bilbao, donde acometerá una inversión en maquinaria e instalaciones, sin contar las naves, de unos 25 millones de euros. La planta industrial será capaz de fabricar 540 tramos de torres offshore de grandes dimensiones. Por su parte, Navacel ha entregado en 2017 cinco torres eólicas de 83 metros de altura para el grupo noruego Statoil.

El presdiente de la junta directiva de la AEE, Juan Diego Diaz, subrayó recientemente en Bilbao, donde la asociación celebrará su congreso anual en 2019, que los principales retos a los que se enfrenta el sector se centran en las inversiones en I+D para ganar competitividad en costes de energía, en la hibridación entre diferentes tecnologías renovables como pueden ser la eólica y la fotovoltaica -esta última se adjudicó más de 3.900 MW el 26 de julio-, en el almacenamiento y, en la “extensión de vida y la repotenciación” de los parques eólicos antiguos ya que, en 2020, la AEE prevé que el 46 por ciento de los españoles tenga más de 15 años y el 43 por ciento entre 10 y 15.

 

 

 

 

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