Arcelor Mittal ya ha activado los electrofiltros de la acería de Gijón que permitirá reducir una quinta parte las emisiones contaminantes. Los representantes de la multinacional siderúrgica comunicaron la puesta en marcha de esta medida a los miembros del Consejo de Relaciones con la Comunidad de Gijón, que se reunió por primera vez este miércoles pasado.
Los filtros que tenían hasta ahora los convertidores de la acería de Veriña emitían cien miligramos por metro cúbico de aire, cantidad que ahora se reduce una quinta parte, como comprobaron estos días los técnicos durante las pruebas con los nuevos dispositivos. Esta inversión de cinco millones de euros permitirá mejorar la calidad del medioambiente de la zona oeste de Gijón, la más castigada por la contaminación.
La normativa establece unos límites de emisión por chimenea para la acería de 120 miligramos de contaminación por metro cúbico normal de aire. La legislación se va a endurecer en breve, reduciendo ese límite a 50 miligramos. Con los filtros que hasta ahora tenían los convertidores de la acería gijonesa -que lavaban los gases- se emitían 100 miligramos por metro cúbico de aire, cantidad que se reduce a una quinta parte, a 20 miligramos, al añadir a esa primera criba los nuevos electrofiltros, que atrapan partículas de hierro ionizándolas. Además de reducir la polución, esas partículas se volverán a introducir en el sistema productivo enviándolas al sínter.