La dirección de Alcoa comunicó el pasado lunes a los trabajadores de San Cibrao que tomó la decisión de “aplazar temporalmente” la aprobación definitiva del proyecto del horno de cocción de ánodos “debido a la compleja situación financiera en la que nos encontramos”. Se trata de la inversión más importante y la de mayor cuantía, presupuestada en 109 millones.
Alcoa argumenta que las plantas de San Cibrao esperan “pérdidas significativas” en 2024 debido a varios factores, como los precios de la energía, del aluminio y la alúmina. A esto añade que “no estamos viendo los avances que nos hubiera gustado en el desarrollo de los PPA firmados en 2022”.
La multinacional indica que este aplazamiento “no implica un incumplimento” del acuerdo alcanzado con los trabajadores y sigue en marcha el plan de rearranque de la fábrica de Aluminio a partir del 1 de enero de 2024. “Seguimos trabajando para cumplir con lo establecido en el acuerdo de viabilidad y estamos comprometidos a hacer todo lo que podamos para lograr el mejor resultado para nuestros empleados”, traslada la empresa.
Agrega que trabaja “intensamente” para la viabilidad de las dos fábricas y agradece “el compromiso y profesionalidad que vienen demostrando los trabajadores”.